La moda de los 60: una revolución de estilo
Si hay una década del siglo pasado en las que la cultura popular, los movimientos sociales y el ansia de rebeldías de una nueva generación redefinieron para siempre la moda de aquel momento – e inevitablemente, la moda de todas las décadas que la siguieron– esa solo puede ser la de los años 60. La década trajo un cúmulo de momentos históricos y que marcó un antes y un después en nuestra forma de vestir. Ningún otro momento del siglo XX puso tan en evidencia la estrecha relación que existe entre los cambios culturales y sociales y la manera en la que proyectamos nuestra identidad a través de nuestra indumentaria. Durante la década que culminó con la llegada del hombre a la luna (en julio de 1969) la cultura juvenil tomó un nuevo protagonismo que nunca antes había disfrutado. Los jóvenes de los 60 deseaban romper con todo lo establecido y múltiples reevindicaciones sociales afloraron durante la época, desde el movimiento feminista, la lucha contra la discriminación racial pasando por las protestas contra los conflictos bélicos y las revueltas parisinas de mayo del 68 sin olvidar la liberación sexual. Las prendas más icónicas de los años 60 son un claro reflejo de este espírito indómito y revolucionario.
En la imagen inferior: vestido rosa con silueta trapecio de Valentino
Nueva década, nueva silueta
Cristóbal Balenciaga fue uno de los grandes precursores de la corriente modernista que definiría la nueva silueta de los años 60 (el mismísimo Hubert de Givenchy se refería a él como “el architecto de la alta costura”). Prendas estructuradas, con líneas limpias que jugaban con las proporciones, los cortes y los colores para dar lugar a líneas sobrias. Quizás, de entre todas ellas, caben destacar el corte trapecio, las siluetas minimalistas de los vestidos cortos y rectas y las prendas con cortes evasé que luego adaptarían firmas.
Mientras tanto, en Francia, Courrèges triunfaba entre las clases altas por sus diseños ultramodernos y dar simplicidad a la moda de los 60. Sus diseños geométricos, con estampados pop-art, y modelos basados en una estética espacial revolucionaron la industria. Su compatriota Yves Saint Laurent también destacó al incorporar el tradicional esmoquin masculino al vestuario femenino y crear la primera línea de pret-à-porter.
En la imagen inferior: look con estampado floral de Dolce & Gabbana
La explosión creativa y hedonista que vio nacer a la minifalda
Tras la austeridad de los años 50, el comienzo de una nueva década vio una explosión musical en Estados Unidos e Inglaterra y un renacimiento de la escena alternativa con el movimiento beatnick. Los grandes visionarios de la moda no podían permanecer indiferentes, como Yves Saint Laurent inspiró sus prendas en estos nuevos movimentos culturales con sus vestidos inspirados en las gometrías de Mondrian o en la estética Pop art de Andy Warhol.
En concreto, Londres (la capital que acabaría siendo conocida como el centro neurálgico de los Swinging 60s) con lugares tan míticos para la moda como Carnaby street, los Beatles y los Rolling Stones revolucionaban para siempre la historia de la música popular con un nuevo sonido. Desde su boutique situada en la famosa King’s Road, Mary Quant, revolucionaba la largura de faldas y vestidos para siempre con el nacimiento de la minifalda. Más allá de ciertas prendas que se quedarían para siempre en nuestros armarios, la década de los 60 propuso una nueva idea de feminidad con un componente lúdico más andrógino que contrastaba con las voluptuosas formas femeninas que habían dominado los cánones de belleza de los años 50. Uno de los iconos de esta nueva mujer que representaba un espíritu rebelde y eternamente adolescente sería la modelo Lesley Hornby, conocida como Twiggy. Pero entre las muchas musas de la época también figuran nombres como los de la modelo Jean Shrimpton, Edie Sedgwick, la musa neoyorkina de Andy Warhol o mujeres tan inspiradoras como Anita Pallenberg o la mismísima Jane Birkin.
En la imagen inferior: Chaqueta de vinilo de Courreges
Nuevos materiales y una mirada al futuro
En medio de esta fiebre de ruptura con el pasado y fascinación por todo lo nuevo, la década de los 60 también fue un momento álgido para la experimentación con nuevos materiales. Los jóvenes diseñadores vían un gran potencial en los plásticos y las últimas novedades en fibras sintéticas. Materiales como el vinilo, el metacrilato, el polyéster o el nylon se empleaban para diseñar prendas divertidas, fáciles de limpiar y con colores y texturas llamativas.
Autenticos visionarios como Paco Rabanne (nombre de nacimineto Paco Rabaneda y Cuervo, hijo de exiliados de la guerra civil española) llevaron las cosas mucho más allá y experimentaron con materiales y conceptos radicalmente nuevos. Cuando Paco Rabanne lanzó su marca epónima en 1966, mediante su “Manifesto: 12" se comprometía a crear vestidos imposibles en materiales contemporáneos como el plástico, el metal o la piel tejida. La imagen de la cantante Françoise Hardy enfundada en una de sus vestidos de oro con diamantes incrustados sigue siendo una de las más icónicas de la época.
Para los hombres, el traje italiano clásico de principios de la década de los sesenta se transformó estrechando pantalones, solapas y corbatas inspirados por el look mod, (que dos décadas más trade, la película Quadrophenia supo encapsular a la perfección).
En la imagen inferior: zapatos de tacón cuadrado con puntera en contraste de Miu Miu
Los accesorios más imaginativos
En definitiva ¿Cuáles fueron las prendas más icónicas que le debemos a la denominada “década prodigiosa”? Entre los hitos más celebrados de la época, podemos destacar la invención de la minifalda, el uso innovador de los colores pop y los estampados con gráficos llamativos, la experimentación con nuevos materiales como el vinilo o los metales y la reinvención de las siluetas con nuevos cortes geométricos... pero tampoco podemos olvidarnos de los accesorios. Los 60 fueron una década portentosa en lo que al diseño de bisutería, bolsos y zapatos se refiere. En cuestiones de calzado, los tacones geométricos, las punteras cuadradas y las botas por debajo de la rodilla dominaron las corrientes de moda.
En la imagen inferior: cartera de Comme des Garcons de inspiración Op Art