Estados Unidos es conocido como la tierra de la libertad, y esto no es por mero capricho. Después de que los europeos dominaran la moda por cientos de años, Estados Unidos introdujo un concepto ajeno a la industria: la democracia. En comparación con la alta costura francesa y la sastrería británica de Savile Row, lo que los estadounidenses trajeron a la mesa con su workwear y su ropa deportiva fue moda para gente común, hecha por gente común. Funcionalidad, confort y una gran dosis de contracultura, es la combinación que llevó a Estados Unidos a convertirse en una superpotencia en materia de moda. Piensa en los jeans de Levi’s y el activewear de Nike mezclado con la cultura skate de Nueva York. Para el siglo XX, impulsados por celebridades conocedoras de moda y una cultura hambrienta de talentos locales, los diseñadores estadounidenses se convirtieron en unos de los más solicitados a nivel global.
A continuación, preparamos una selección que incluye algunas de las más legendarias casas de moda estadounidenses, así como la nueva raza de diseñadores americanos que está redefiniendo el estilo contemporáneo.
Liderando nuestra lista de diseñadores estadounidenses tenemos, nada más y nada menos, que a Tommy Hilfiger, cuyo logo rojo, blanco y azul evoca el estandarte estrellado del país. Nacido en 1951, Thomas Jacob Hilfiger empezó a crear ropa cuando era un adolescente, antes de abrir su tienda People’s Place, que se especializaba en la venta de prendas hippies, como jeans acampanados provenientes de Londres y Nueva York. Para 1985, ya había cambiado a la confección de piezas preppy con la marca homónima de ropa masculina que lanzó por medio de un truco de relaciones públicas en el medio de Times Square, para desencanto de sus contemporáneos.
Reconocido por sus prendas de mezclilla y su activewear, lo que convirtió a Tommy Hilfiger en un éxito rotundo durante los 90, fue la habilidad del diseñador para reinventar el clásico estilo de los músicos estadounidenses, a través del lente de la cultura pop. Fue así como Tommy se convirtió en la firma predilecta de estrellas del hiphop como Snoop Dogg y Wu Tang Clan, además de la cantante de R&B, Aaliyah, quien incluso fue parte de algunas campañas de la marca. La conexión con la música se volvió más y más fuerte con Tommy Hilfiger patrocinando los tours de varias leyendas del pop y el rock, entre las que figuran Britney Spears, The Rolling Stones, Sheryl Crow y Lenny Kravitz. En los años más recientes, la firma ha mantenido el foco en la juventud gracias a colaboraciones con Gigi Hadid y el uso de materiales sostenibles como mezclilla reciclada, sin mencionar que ha sido artífice de algunos de los desfiles más creativos de todos los tiempos.
Desde sus humildes orígenes como un taller familiar de artículos de piel en el Distrito Garment de Manhattan, Coach se transformó en una de las casas de moda estadounidense más aclamadas. Entró al mercado de las bolsas para mujer en 1941, en un momento en el que la mayoría de sus competidores aún estaban fabricando bolsas con cartulina. Mientras tanto, Coach decidió construir sus diseños con la misma piel de los guantes de béisbol, una idea realmente revolucionaria. Resistente, suave, flexible y en una variedad de colores, la bolsa de diseñador de la marca americana rápidamente se volvió una alternativa accesible de firmas de lujo europeas como Hermès y Louis Vuitton. Para los 2000, aparecieron combinaciones de colores más juveniles y nuevas siluetas deportivas, haciendo que la gama de bolsas, carteras y accesorios de Coach, como correas de reloj y fundas para teléfonos, sean parte esencial del armario de cualquier neoyorquino preocupado por su estilo o de cualquiera que busque una pieza glamorosa con sello estadounidense.
Antes de convertirse en uno de los diseñadores estadounidenses más célebres, Virgil Abloh fue reconocido por ser el hombre detrás de algunas de las portadas de álbumes más icónicas de Kanye West, por su pasantía en Fendi y por ser dueño de un tercio del colectivo de DJ’s y marca de moda BEEN TRILL. Con su primera marca, Pyrex Vision, Abloh introdujo al mundo su concepto de la moda como una forma de arte, en un movimiento que hizo eco del mentor espiritual y artista nativo de Chicago, Marcel Duchamp. La primera colección fue serigrafiada en playeras Ralph Lauren que estaban en oferta, pero se vendieron en 550 dólares. En 2013, el enfoque artesanal de Pyrex fue sustituido por algo mucho más pulido: el proyecto creativo multidisciplinario conocido como Off-White.
Aunque la moda es su medio principal, Off-White existe en el espacio entre el streetwear, la moda de lujo, el arte, la música y los viajes, o como a Abloh le gusta explicarlo: «Ocupando el área gris entre el blanco y el negro». Desde su sede en Milán, Off-White se las arregla para transformar su versión satírica de la cultura pop en lujosas piezas urbanas que todo el mundo quiere usar. Ya sean cinturones industriales, palabras al azar entre comillas, colaboraciones con Nike que se agotaron o playeras adornadas con las franjas diagonales y el exclusivo motivo de flechas, Off-White es la prueba de que todo lo que Virgil Abloh toca se convierte en oro.
Quién diría que una pequeña colección de corbatas en un cajón de escritorio en el Empire State pasaría a ser uno de los imperios de moda más grandes de Estados Unidos. Lo que Ralph Lauren (nacido como Ralph Reuben Lifshitz) hace mejor es capturar no solo la estética, sino también el estilo de vida ambicioso de la élite estadounidense, reempacarlo y vendérselos de vuelta –y a nosotros. Su carta de amor a la cultura estadounidense dio vida a la mejor sastrería que se pueda encontrar en la región, así como la respuesta de América a la playera tipo polo de Fred Perry o Lacoste y algunas de las más memorables colecciones que rinden tributo a los vaqueros y los safaris. El emblema de marca registrada que muestra un jugador de polo es ahora símbolo de estatus en todo el mundo, mientras que las reinterpretaciones de su gama Polo Sport de los 90 y sus colaboraciones con la marca de skate londinense Palace, demuestran que Ralph sabe cómo mantenerse vigente.
Como una experimentada relacionista pública y asesora profesional de marcas como Vera Wang y LOEWE, Tory Burch tiene todo lo necesario para crear su propia firma de moda, y eso es exactamente lo que hizo en 2014. Lanzada en un espacio de retail ubicado en el popular distrito Nolita de Nueva York, TRB by Tory Burch –que vio la luz en la mesa de la cocina de la diseñadora– llevó una visión única de la ropa deportiva bohemia y preppy estadounidense a las masas, y prácticamente se agotó desde el primer día. Desde entonces, las entrevistas con Oprah Winfrey y su aparición en la aclamada serie de televisión Gossip Girl, han convertido esta favorita del calendario de la semana de la moda de Nueva York en una marca reconocida a nivel global. Desde bolsas de lujo, hasta flats y lentes de sol, cualquier artículo decorado con el icónico monograma T será tu accesorio predilecto.
Lo que ha logrado Telfar Clemens con su firma homónina es la prueba fehaciente de que lo bueno se hace esperar. Como nativo de Queens y DJ a medio tiempo, Clemens se desenvolvía en los mismos círculos que Shayne Oliver y Hood By Air, sin embargo, tuvo que pasar casi una década para que su trabajo como diseñador de moda se ganara el reconocimiento de la industria. Cuando la bolsa de piel vegana de Telfar (apodada como la Birkin de Bushwick) inesperadamente se volvió la bolsa it del 2020, signó la aceptación de la visión de Clemens en el futuro de la moda a nivel del consumidor y de la industria. En la superficie, Telfar es una marca unisex que pone un toque subversivo en el clásico estilo estadounidense, pero por debajo hay un propósito más profundo: el de un proyecto sin género liderado por personas de color, que busca democratizar la moda para que el lujo sea accesible para todos.
Proenza Schouler nació como una tesis de graduación realizada por Lazaro Hernandez y Jack McCollough, quienes se conocieron en la legendaria universidad estadounidense Parsons School of Desing. Con un nombre que deriva de los apellidos de soltera de las madres de los dos diseñadores, la colección fue inmediatamente acogida por Barney’s, una de las tiendas departamentales más grandes de Estados Unidos, esto catapultó al dúo a la cima de la escena de la moda en Nueva York. Inicialmente la marca fue una reacción contra la moda deconstruida que dominó la industria durante principios de los 2000. Hernandez y McCollough le dieron un nivel de alta costura a la moda americana a través de una meticulosa artesanía, convencidos de que los más lujosos objetos disponibles en el mundo fueron hechos a mano. Actualmente, combinan este enfoque artesanal con telas personalizadas y una variedad de referencias provenientes del arte contemporáneo y la arquitectura, dando como resultado una firma de ropa y calzado cosmopolita dirigida a la mujer moderna. Conocidos por su icónica bolsa PS1, el universo de Proenza Schouler ha crecido hasta abarcar fragancias, botas exageradas, vestidos esculturales, tops informales y una sastrería incomparable.
Relativamente recién llegada al mundo de la moda americana, Catherine Holstein fundó KHAITE en 2016. Rápidamente la firma se estableció como una de las favoritas de los expertos en moda y llegó a su punto máximo de popularidad cuando la actriz Katie Holmes fue vista usando su conjunto de bra y cárdigan de cachemira en 2019. Aunque la marca con base en Nueva York evoluciona más y más cada temporada, lo que nunca cambia es la capacidad de Holstein para crear básicos de armario sensuales y fáciles de combinar. La mezclilla y las prendas tejidas oversize que ofrece la firma son cómodas, pero sofisticadas, gracias a su artesanía y cuidados detalles. Lo que define cómo KHAITE reimagina la clásica activewear estadounidense para adaptarla al siglo XXI, es el contraste y la habilidad de fusionar lo antiguo y lo nuevo, lo masculino y lo femenino, lo sutil y lo llamativo.
Conocido por vestir a primeras damas como Jackie Kennedy, Oscar de la Renta fue el maestro modista de Estados Unidos. Mientras estudiaba artes en España, un joven de la Renta recibió el encargo de diseñar un vestido de gala para la hija del embajador de Estados Unidos. El diseño eventualmente terminaría embelleciendo la portada de la revista LIFE, lo que llevó al diseñador dominicano a cambiar el mundo del arte por el de la moda. Gracias a sus bocetos, consiguió una pasantía con su futuro mentor, el modista más reconocido de España, Cristóbal Balenciaga. Stints en LANVIN y Elizabeth Arden lo seguían antes de que Oscar de la Renta estableciera su propia marca RTW, aconsejado por la entonces editora en jefe de Vogue, Diana Vreeland. A pesar de que el diseñador falleció en 2014, los directores creativos Laura Kim y Fernando Garcia continúan trayendo una visión fresca a la sofisticada ropa de noche y los accesorios de la marca, adorados por sus colores vívidos, sus estampados vibrantes y sus románticas siluetas europeas.
Cualquiera que confeccione a mano piezas que leyendas como Axl Rose y Steven Tyler usan en el escenario, está destinado a convertirse en uno de los diseñadores top de Estados Unidos. Mike Amiri estableció una marca homónima que tomó el mundo de la moda por sorpresa con sus increíbles jeans desgastados, sus chamarras de piel y sus playeras con vibras grunge. Combinando su característica estética artesanal, perfeccionada durante años diseñando para los dioses del rock con telas lujosas y acabados a mano, AMIRI se ha posicionado como una marca de lujo moderna. Piensa en sastrería meticulosa y una pizca de la cultura callejera de Los Ángeles, y descubrirás por qué AMIRI es el equivalente americano a Heidi Slimane.
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