Localización para México por Juan David Gutiérrez
Cuando pensamos en estilo, el primer referente que se nos viene automáticamente a la cabeza es la moda francesa. El país galo, cuna de las mujeres con estilo por excelencia, nos ofrece todas las claves para vestir con clase. La alta costura hace parte de las calles de París, pero no hay un lugar más emblemático que la Rue Cambon, y las galerías Lafayette son un auténtico deleite para los sentidos de las amantes de la moda.
Hay algunas prendas que sin duda evocan el estilo parisino, piezas con las que podemos conseguir ese aire de sofisticación sin dejar de lado la actitud, por supuesto. Así que, además de ese imprescindible toque de personalidad parisina, tenemos que actualizar el armario con esas prendas que inevitablemente nos transportan a las orillas del Sena o las cristaleras del Louvre.
Estética chic descomplicada
Si hay algo que caracteriza la elegancia de la moda parisina es esa estética desarreglada y a la vez bien cuidada que tanto admiran muchas mujeres. Pero no creas que se levantaron de la cama con ese efecto despeinado tan maravilloso, y que esa cara «lavada» y libre imperfecciones se debe a una genética privilegiada (aunque quizás tenga un poco que ver).
El maquillaje y el peinado del estilo parisino deben estar cuidados hasta el mínimo detalle, pero el esfuerzo debe parecer poco menos que el de tomarse el primer café de la mañana. Un flequillo despeinado, una onda deshecha, un rubio o un castaño que no dejen ninguna duda de su naturalidad, una base de maquillaje discreta y un toque de corrector e iluminador para dar luz justo donde se necesita. Eso sí, lo que no puede faltar son unos labios rojos mate que le den fuerza y actitud al estilismo.
Estilo garçon
La androginia que ahora invade las pasarelas es otro de los conceptos a tener en cuenta para vestir como una parisina, y es que no hay nada que defina tanto a la moda francesa como ese coqueteo con el armario masculino. Las mujeres de París son expertas en llevar prendas diseñadas para hombre, transformándolas como por arte de magia en piezas sorprendemente favorecedoras para el cuerpo de una mujer.
Vale la pena recordar que para conseguir ese estilo chic hay muchas más opciones que un par de jeans tipo boyfriend y el clásico traje de blazer, como por ejemplo una chamarra XXL de Yohji Yamamoto, la clásica playera de rayas marineras de Moncler con unos pantalones tipo baggy y una camisa de popelina oversize, o unos skinny jeans ultrafemeninos con unos zapatos de Robert Clergerie.
Descontextualiza
Descontextualizar es cuestión de atreverse. Atreverse y arriesgar con combinaciones que no son las habituales, pero que pueden dar como resultado atuendos con un estilo espectacular. Es incluir prendas de vestir de noche en un atuendo de tarde, o ponerse unos tenis con piezas femeninas, por ejemplo.
Y es que, ¿por qué no llevar un traje de blazer con un par de Converse? ¿O un vestido lencero de Marc Jacobs con unos botines de Isabel Marant? Hay que atreverse a innovar, combinando unos jeans rotos de Dsquared2 con un top lencero, o un vestido bohemio con detalles de transparencias con una chamarra biker de cuero de Saint Laurent. La clave para saber si ese atuendo que tienes en la cabeza es o no digno de una parisina está en pensar que si Inès de la Fressagne —modelo, diseñadora y autora del libro La Parisienne— no lo llevaría, quizás tú tampoco deberías.
Coco Chanel
Imposible hablar de estilo parisino sin incluirla. Precursora, luchadora y revolucionaria, Coco Chanel es sofisticación en su máxima expresión y la moda femenina del siglo XXI no sería lo mismo sin ella. Absolutamente legendaria, su estilo sigue vigente en todas las pasarelas en las que presenta sus colecciones.
Sus icónicos trajes de tweed, que siguen tan presentes en su línea Chanel Pre-Owned, nunca pasarán de moda, sus bolsas de mano 2.55 seguirán siendo una inversión segura sin importar los años que pasen, y el Chanel Nº 5 será por siempre el perfume más simbólico por excelencia. Las perlas —su accesorio imprescindible—, el corte bob que la hacía inconfundible y su característica actitud ante la vida representan, hoy por hoy, el auténtico estilo francés.
Si algo caracteriza a las mujeres francesas con estilo es ese je-ne-sais-quoi que las hace precisamente indescriptibles. Y aunque no podamos dejar todo de lado y mudarnos repentinamente a Francia a vestir como una parisina, siempre podremos cortarnos el flequillo, llevar un buen labial rojo en la bolsa e imaginar, así sea por un momento, que estamos paseando por la icónica avenida de los Campos Elíseos. Soñar no cuesta nada.